Desarrollar una actividad profesional, en una sociedad cada vez más exigente y competitiva, lleva aparejado el nacimiento de importantes responsabilidades para los profesionales. El mejor profesional no está libre de recibir reclamaciones.

En el ejercicio de su actividad profesional, las empresas y autónomos están expuestas a cometer errores, omisiones o a sufrir actos deshonestos por parte de empleados, que pueden conllevar reclamaciones o demandas por parte de terceros; por todo ello resulta imprescindible contar con un buen seguro de responsabilidad civil profesional.

Los contratos de seguro de Responsabilidad Civil Profesional garantizan el pago de indemnizaciones pecuniarias de las que pudieses resultar civilmente responsable por los daños corporales, daños materiales y los perjuicios económicos que sean consecuencia directa de tales daños, así como por los daños patrimoniales puros derivados de errores profesionales, causados por acción u omisión, en los que pudieses incurrir en el ejercicio de tu profesión.